¿Deberían los periodistas involucrarse más directamente en problemas políticos o sociales, o su responsabilidad es solamente el “informar” como observadores neutrales y objetivos? Pero, ¿acaso no, juegan un papel intervencionista o de mediadores en la resolución de guerras?
A pesar de que las acciones de los medios se mueven por factores culturales, nacionales y sobre todo comerciales, éstos no dejan de tener y de jugar papeles importantes en diferentes etapas de los conflictos. Hay que aceptar como válido que los periodistas están íntimamente involucrados en toda forma de conflicto social. Así existe un consenso entre estudiosos y periodistas de que el conflicto es noticia. Por otro lado también hay que admitir que el conflicto, al ser una parte tan importante de la noticia, se ha convertido también en un producto por el que compiten todas las formas de medios de comunicación. El objetivo es ser los primeros, no el hacer el mejor análisis. Como algunos periodistas han reconocido, con frecuencia no informan la historia correctamente, en el apuro de ser los primeros. Siendo el conflicto-noticia una fuente principal de rivalidad entre los medios, éste tiende a ser no sólo dramatizado o exagerado, sino usado para fines comerciales.
Pensar que los periodistas son “observadores neutrales” es una fuente de discusión continua. Ellos se ven a sí mismos simplemente como relatores neutrales e intérpretes de hechos.
Cuentan los hechos con la mayor objetividad posible asumiendo que su principal responsabilidad es simplemente informar. Pero eso es una idea utópica porque hoy día los periodistas tienen un papel importante en la dinámica de conflictos y su resolución.
La idea del periodista como observador neutral y alguien cuya presencia y profesión no tiene impacto en conflictos o su resolución, ha perdido consistencia pues ahora hacen más que simplemente dar las noticias. Para realizar su trabajo deben examinar y analizar a las partes, investigar los problemas, creando con frecuencia opciones, suponiendo posibles acontecimientos, y estableciendo o destruyendo relaciones entre las partes en conflicto.
Esto ocurre cuando hablan con los diferentes participantes en un conflicto o escriben sobre ellos. Al hacerlo, potencialmente cambian la dinámica del conflicto, y hasta su resultado. Por lo tanto, toda labor periodística es una forma de intervención social.
Los periodistas comienzan analizando el conflicto para determinar quiénes son las partes, cuáles son las motivaciones, qué problemas generan la disputa, y qué resultados son probables o posibles. Finalmente se inclinan hacia una lado u otro tornado a los actores de la guerra en “buenos” y “malos”. Creando una opinión pública, estableciendo a su opinión cuál es el problema.