viernes, 26 de noviembre de 2010

Información sobre los informadores

En nuestro primer programa hablamos sobre la cobertura que se hace de los conflictos. Para ello analizamos el proceso que transcurre desde que ocurre algo que es noticia hasta que ésta es publicada en los medios.
Además comentamos los efectos de esa información en las personas que intervienen en las guerras. Pero ese es un tema que abordaremos en un futuro más profundamente.

Empezamos por tanto comentando "De qué noticias se informan, y cómo se abordan".

Como dijo Marshall MacLuhan, uno de los principales teóricos del periodismo del siglo XX, “El medio es el mensaje”.
Ésta es una premisa un tanto difícil de entender pero es algo que se está dando cada vez más en los medios de comunicación, y ya no sólo cuando cubren una guerra. Ahora lo importante es que alguien del medio esté en el conflicto. Esté allí para representar al medio y destacarlo frente a la competencia como si se tratara de una cuestión de publicidad o marketing.
Puede que sea una idea un tanto radical para describir lo que hacen los medios en los conflictos, pero es algo que pasa en la realidad. Y eso es peligroso porque supone una traición a la sociedad a la que se dirige ese medio y también y especialmente es peligroso para el propio corresponsal, sobre todo si trabaja para una televisión. A ellos se les requieren conexiones en directo para los avances informativos, conexiones para contar lo último que está pasando justo donde está ocurriendo. Esto hace que el corresponsal se exponga, que entre en el territorio comanche pues es ahí donde conseguirá las mejores imágenes.
Pero lo más triste de todo es apenas tienen tiempo para recabar información y ordenarla y cotejarla en el propio lugar, de manera que se informa de manera superficial. Entonces una vez se emite por televisión en nuestras casas, el único elemento diferenciador entre esa notica ofrecida por ese medio y otro es el, llamémoslo, decorado.  El medio es el mensaje, quien tiene las mejores imágenes es el que informa. Aunque todos digan lo mismo y casi ninguno diga nada nuevo o diferente.

¿Y de qué se informa? Los titulares siempre parecen ser los mismos en televisión, un atentado con tantas víctimas. Una bomba, un secuestro, una ofensiva, etc. Lo que se cuenta de los conflictos es lo dramático, lo morboso, lo que llama la atención. Así se crea una imagen de esos países que están en guerra caótica. En Bagdad, por ejemplo, después de siete años de guerra con atentados y explosiones diarias la imagen que cualquiera podría tener de la ciudad sería un montón de escombros. Nunca se informó de cómo viven los civiles cuando en su país hay una guerra. No se cuenta cómo funcionan los sistemas de educación o sanidad y por tanto parece que ni siquiera existen. Que los niños no van a la escuela y los heridos no pueden ir a que les curen. Porque eso no le interesa a la audiencia. Nosotros estamos acostumbrados a tener esos servicios y que los tengan en Irak también nos da igual. Sólo le prestamos atención al país cuando algo dramático a pasado.

¿Cómo se informa? ¿Se es imparcial y objetivo? En las guerras a las que estamos acostumbrados a ver, la de Irak por ejemplo, hay parcialidad. La hay porque los lados que se enfrentan, son los aliados (porque forman parte de la OTAN, EE.UU.) y el terrorismo islámico. Algo que nos han vendido como malo, como algo que nosotros, los occidentales nos podemos entender, porque ese fanatismo religioso no somos capaces de concebirlo. Así, teniendo claro las dos partes enfrentadas en el conflicto se nos ofrecen noticias de atentados elaborados y perpetrados por los islamistas. Sin informar de qué era lo que pretendían con ello, como si lo único que quisieran fuera matar a la gente. Por el otro lado cuando muere algún soldado americano lo califican de héroe. Retransmiten como sus compañeros abatidos transportan su féretro y cómo le conceden medallas y horones póstumos al haber sido un soldado ejemplar, que murió por su país en defensa de la libertad.

La guerra es un concepto que el imaginario colectivo entiende como legítimo pero cuya definición tradicional cambió a raíz de los atentados del 11 de septiembre. De este modo, después del 11-S tanto EEUU como los terroristas quisieron hablar de guerra para legitimar sus acciones. Tanto un bando como otro combate por algo. Pero como nuestros intereses se correspondes con los de EEUU los entendemos como los buenos.

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